Uno de los lugares que todo visitante de la playa d'en Bossa recuerda es la torre al fondo de la playa. Su figura en el extremo de la playa más alejado de Ibiza no pasa desapercibido para nadie. Pero llegar hasta la torre des carregador no es nada sencillo teniendo en cuenta el tramo escarpado que encontramos al finalizar la arena.
La torre des carregador servía de vigilancia y también de protección. Para el primer caso, encontraremos unas hermosas vistas que cubren desde Formentera hasta el castillo de Ibiza. Una porción de costa plana cubierta hoy día por hamacas y hoteles, pero que no deja de sorprendernos.
Su segunda misión, la protección de los hombres de la sal, la convirtió en un refugio con capacidad para doscientas personas, principalmente trabajadores. La importancia estratégica de la torre la convirtió en la única con un hogar en su interior.
Para la defensa de la propia torre des carregador, cuenta con un saliente que permite proteger a los defensores de la entrada principal. Estos salientes conducen a través de una chimenea, a una abertura en la parte superior de la puerta. Desde aquí, el lanzamiento de líquidos y objetos facilitaba estas labores.
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